Ardvi es una deidad en la mitología armenia, y su nombre se asocia con la diosa de las aguas y las fuentes. En la antigua religión armenia, Ardvi era venerada como una divinidad que controlaba las aguas y la fertilidad de la tierra. Su culto estaba estrechamente relacionado con la importancia del agua en la agricultura y la vida cotidiana de la población.

Se creía que Ardvi tenía el poder de traer lluvia y asegurar la prosperidad de los cultivos, por lo que su adoración era fundamental para los armenios antiguos. Los rituales y festivales dedicados a Ardvi a menudo involucraban la realización de ofrendas y oraciones para obtener su favor y asegurar la abundancia en la agricultura.

Aunque la antigua religión armenia ha evolucionado a lo largo de los siglos y ha sido influenciada por diversas corrientes religiosas, la figura de Ardvi sigue siendo parte de la rica herencia mitológica de Armenia. Su asociación con el agua y la fertilidad refleja la importancia de la agricultura en la historia y la cultura de Armenia.