El Ateshgah de Bakú, también conocido como el Templo del Fuego de Bakú, es un sitio histórico y religioso único situado en las afueras de la capital de Azerbaiyán. Este templo fue utilizado como lugar de adoración por los adoradores de Zoroastro, quienes veneraban al fuego como un símbolo sagrado. La historia del Ateshgah se remonta al menos al siglo XVII, aunque la adoración del fuego en la región tiene raíces mucho más antiguas, posiblemente relacionadas con la rica presencia de gas natural y petróleo en la zona, que causaba llamas naturales en la superficie del suelo.

El Ateshgah es notable por su estructura arquitectónica, que incluye un complejo de habitaciones y un altar central donde el fuego sagrado ardía continuamente. A lo largo de los años, el sitio ha sido un punto de encuentro para comerciantes y viajeros, particularmente aquellos que seguían la ruta de la seda. Aunque hoy en día el fuego ya no arde naturalmente debido al agotamiento de los recursos de gas natural en la zona, el templo sigue siendo un importante testimonio del pasado zoroástrico de la región y un símbolo de la rica historia cultural y religiosa de Azerbaiyán.

En la actualidad, el Ateshgah es un museo y una atracción turística popular. Los visitantes pueden explorar las cámaras y aprender sobre las prácticas religiosas de los antiguos adoradores del fuego, así como sobre la historia de la Ruta de la Seda y su impacto en la región. El sitio es un testimonio fascinante de la historia religiosa y cultural de Azerbaiyán, ofreciendo una ventana a un pasado donde las tradiciones espirituales estaban profundamente entrelazadas con el mundo natural.